domingo, 24 de mayo de 2015

Paseo en velero de Zumaia a Mutriku

Sábado, ocho de la mañana, suena el despertador, miro por la venta... ¡oh, no! el cielo está gris y chispea. ¡Justo hoy que vamos a dar un paseo en velero!

He de decir que, en un principio, me asustaba la idea de pasar 4 horas en un velero navegando por el imprevisible Cantábrico. Más aún, teniendo en cuenta el tiempecito que nos viene acompañando las dos últimas semanas.

Sin embargo, y a pesar de mis reservas, a las 10am ya estábamos aparcando el coche en el parking del puerto deportivo de Zumaia dispuestos a pasar...¿un rato agradable?
Puerto de Zumaia
Puerto de Zumaia
En el mismo parking, nos encontramos con el patrón del velero, Jon Txonpe, y el resto del grupo que nos acompañará en la excursión, somos 7 personas en total.

Mientras nos dirigimos hacia el embarcadero, Txonpe nos comenta que el viento y el mar están ideales para navegar y que, según sus previsiones, no lloverá y saldrá el sol.
Su seguridad me tranquiliza un poco... solo queda comprobar que el barco no se mueve demasiado.
Luma
Luma
Subimos al Luma y, después de acomodarnos, soltamos amarras y salimos a la mar.
Zumaia
Zumaia
Txonpe iza la mayor y pone rumbo a Mutriku. 
Izando velas
Izando velas
La excursión comienza con un tranquilo paseo bordeando la costa para observar el flysch desde el mar. Después, almorzamos en el puerto de Mutriku y terminamos navegando a vela para regresar a Zumaia. 
Salida del puerto Zumaia
Salida del puerto Zumaia
Las primeras olas que chocan contra el Luma hacen que el estómago me dé un vuelco, pero a medida que avanzamos me acostumbro al balanceo y empiezo a relajarme.
Navegando por el flysch
Navegando por el flysch
¡Quién me lo iba a decir! Ante el maravilloso entorno, las explicaciones de nuestro capitán, las risas y la calma que se respira, empiezo a disfrutar del paseo. El contraste de los colores de las rocas, los montes, el mar y las nubes es precioso.
Navegando por el flysch
Vista del flysch desde el mar
Tras dejar atrás este espectacular libro abierto geológico, avanzamos hacia el siguiente pueblo: Deba.

A la altura de este bonito municipio de la costa guipuzcoana, comienzan a abrirse grandes claros en el cielo y sentimos el calorcito de los primeros rayos de sol que se cuelan entre las nubes. ¡Qué maravilla!
Deba
Deba
Al acercarnos a Mutriku, Txonpe me anima a coger el timón para terminar con mis miedos. ¡Una pasada! Consigo gobernar el barco rumbo al conocido pueblo pesquero y cada vez me va gustando más esto de navegar.
Rumbo a Mutriku
Rumbo a Mutriku
Mutriku nos recibe con buen tiempo, nos acercamos al pantalán y aprovechamos para hacer el "hamaiketako" en el propio velero aprovechando el rato de sol.
Llegando a Mutriku
Llegando a Mutriku
Puerto de Mutriku
Puerto de Mutriku
Desplegamos el picoteo y el tiempo vuela mientras disfrutamos de la comida, bebida y de las vivencias marítimas de Txonpe. ¡Un crack!
Disfrutando del "hamaiketako"
Disfrutando del "hamaiketako"
¡A navegar!
¡A navegar!
Tras el ratito de relax en el puerto de Mutriku, desplegamos la génova y la mayor y navegamos a merced del viento. Rachas de hasta 12 nudos nos empujan de vuelta a casa.
Navegando

Navegando
Navegando
Estoy tan a gusto que, con el mecer de las olas, podría incluso echarme una siesta. 

Ahora sí que sí, puedo decir que me ha encantado la experiencia: los sonidos del mar, el viento y el sol en la cara, el olor... pero sobre todo la paz. Como bien dice Txonpe, basta con una pocas horas a bordo para olvidar todo lo que nos preocupa en tierra. 
De vuelta a Zumaia
De vuelta a Zumaia
Al llegar a Zumaia y bajar del barco, lo tengo claro, ¡quiero más!


Si os apetece vivir una experiencia como esta podéis contactar con Txonpe en su web www.txonpenautica.com o en su perfil de facebook.

Txonpe, además de ser un experimentado marinero y agradable persona, adapta las salidas a lo que os pueda interesar. Además, nos pareció que los precios son más que asequibles.

¡Súper recomendable! Os dejo una muestra en vídeo de nuestro paseo:

 


Leer más...

domingo, 29 de marzo de 2015

"Diario de mochileros por Nicaragua", Cap.11/ León: cuna de la revolución popular sandinista.

Última etapa de nuestra aventura nicaragüense: la histórica ciudad revolucionaria de León. Una pequeña localidad que nos conquistó por el ambiente de su plaza central, sus cercanas y desérticas playas y los imponentes volcanes que la amenazan.
Plaza-Central-León-Nicaragua
Plaza Central de León
En nuestro caso, volamos desde Big Corn Island a Managua y, como ya estábamos cansados de tanto trajín, pedimos a nuestro hotel que nos enviara un taxi privado al aeropuerto. Queríamos pasar nuesrtos últimos días a cuerpo de rey ;-)

León


Después de hora y media de viaje en taxi tuneado al estilo nica, llegamos al Hotel Azul. Nuestro particular oasis durante la estancia en esta calurosa ciudad.
hotel-Azul-León-Nicaragua
Hotel Azul
Tras zambullirnos en la piscina y relajarnos un poco, nos echamos a las calles dispuestos a aprovechar estos cuatro días que nos quedaban Nicaragua.

El primer día lo dedicamos a conocer la ciudad: paseamos por sus calles, visitamos iglesias, museos, mercados, etc.
catedral-león-Nicaragua
Catedral de León
León-Nicaragua
León
Hay dos cosas que no podéis dejar de hacer: visitar el Museo de la Revolución y probar alguno de los platos típicos que se preparan en los comedores del Mercado Central.

El museo de la revolución, a primera vista, parece no tener demasiado interés. Se ubica en un edificio clásico en muy mal estado de conservación.

Actualmente, además de ser un lugar de reunión de ex guerrilleros, recibe a aquellos turistas que quieren conocer la historia de la larga lucha sandinista para la liberación del pueblo nicaragüense.
museo-revolución-León-Nicaragua
Patio del museo de la Revolución
Los hitos políticos más destacados del país, sus guerras, la revolución y la contrarrevolución se cuentan a través de cientos de murales, fotografías, recortes de periódicos y restos de armas utilizadas en la batalla.

Es un lugar que invita a la reflexión y pone los sentimientos a flor de piel.

Sin duda, lo mejor de todo es la pasión con la que el guía, ex combatiente, nos explicó los hechos más relevantes acaecidos entre 1979 y 1990. ¡Toda una lección de historia y nacionalismo!

Por mucho que hubiesemos leído respecto de la historia de este singular país, no hay nada como conocerla gracias a los testimonios de primera mano de gente que ha sufrido la represión de la dictadura en sus carnes. 
museo-revolución-león-Nicaragua
Museo de la Revolución y guía/ex guerrillero
Tras esta intensa dosis de sensaciones, se nos abrío el apetito y caminamos hasta el Mercado Central. El encanto de sus bulliciosos comedores reside en sentarse a la mesa junto a los autóctonos y probar todo tipo de delicias por poquísimo dinero (45 córdobas por plato y 15 la bebida). 
comedores-mercado-central-nicaragua
Comedores del mercado central

Trekking en el volcán Telica

El segundo día, contratamos una excursión al volcán Telica con la agencia Tierra Tours (40$ p.p.).
La elegimos porque otros turistas nos hablaron bien de ella y nos quedaba cerca del hotel. Sin poder compararla con ninguna otra, es muy recomendable y muchos jóvenes acuden a la misma.

El trekking consiste en 45 minutos de ascensión hasta un cráter activo de 700m de diámetro. Allí arriba, al anochecer, se puede observar la lava de las entrañas del volcán. Impresiona el olor a azufre.
volcán-Telica
Volcán Telica
Treking- volcán- Telica
Treking en volcán Telica
Treking en volcán Telica
No tuvimos mucha suerte y no vimos refulgir la lava debido a la cantidad de humo acumulado en el cráter y al poco viento que soplaba aquel día. De todos modos, tumbados al borde del cráter, resultaba emocionante escuchar los rugidos de los gases estallando en el interior. Pudimos ver incluso algunos puntos rojos de roca incandescente. 

El espectacular atardecer que nos brindó el Telica hizo que el esfuerzo de la ascensión por aquellas teirras marcianas valiese la pena.
Atardecer-volcán-Telica
Atardecer desde el volcán Telica
El descenso se hace de noche, con linternas y temiendo ser acechados por coyotes...
¡Toda una experiencia!


Las Peñitas


El tercer día, fuimos a conocer las playas cercanas a León, concretamente, Las Peñitas. El autobús (20 córdobas) se toma en el mercado de Suitava. Lo mejor para llegar hasta allí es coger un taxi (12 córdobas p.p), ya que está en las afueras de la ciudad.

Nota: el trayecto en bus dura 45 minutos; se hace una parada de 5 minutos en Poneloya antes de continuar hasta la última parada: Las Peñitas. Para volver, se coge en el mismo lugar donde te deja ( cada 40 min.).
mercado-suitava
Mercado Suitava y bus a Las Peñitas
Disfrutamos de un bonito y relajado día paseando por aquella enorme playa mientras observábamos a los surfistas de la zona.
playa-las-peñitas
Surfistas en Las Peñitas
Nos bañamos en las bravas aguas del Pacífico.
Playa-las-Peñitas
Las Peñitas
Observamos a los pescadores regresar a la playa con sus capturas.



Pescadores de Las Peñitas
Y comimos pescado fresco en el tranquilo restaurante "Barca de oro". 

¡Un lujazo de día!
Restaurante-la-barca-del-oro-las-peñitas
Restaurante "Barca de oro"

Paseo a caballo por finca


Para el cuarto y ultimo día, volvimos a contratar con Tierra Tours una visita a caballo a una finca vaquera de las afueras de León, con baño en una laguna volcánica incluido (35$ p.p).

paseo-a-caballo-finca-vaquera

paseo-a-caballo-finca-vaquera

paseo-a-caballo-finca-vaquera

Hasta aquí nuestro periplo por tierras nicaragüenses. 


Espero que os sirva de ayuda este relato de cuatro semanas de ruta y aventura por este precioso país.

Ya sólo me queda recomendaros que, si estáis pensando en visitarlo, no lo dudéis, ¡os va a encantar!

¡DEACACHIMBA NICARAGUA!



Leer más...

domingo, 15 de marzo de 2015

"Diario de mochileros por Nicaragua", Cap.10/ Little Corn Island: un pequeño paraíso.

Little Corn Island

Como ya os adelanté en el post anterior, si bien el viaje en panga desde Big Corn Island da bastante miedo, al echar pie a tierra en su hermana menor, Little Corn Island, se pasan todos los males. El trayecto ya no parece tan largo y complicado.

Little Corn Island es una pequeña Isla ubicada a 70 kilómetros de la costa caribeña de Nicaragua; tiene una extensión de 2,9 kilómetros cuadrados. Vamos, que en medía hora se recorre de punta a punta.

Aunque en un principio pueda parecer que un par de días son suficientes para conocerla, si el tiempo acompaña, no apetece abandonar este paraíso.
Little Corn Island
Nosotros fuimos en temporada baja nicaragüense, que coincide con nuestro verano; era agosto.
No reservamos alojamiento previamente y decidimos escoger in situ las cabañitas a pie de arena que recomendaban en los foros y guías.

La isla tiene un único camino adoquinado que recorre la parte más cercana al núcleo de viviendas de la población autóctona y permite cruzar de una costa a otra. Aquí se sitúan la mayoría de los hostales y negocios. El resto de la isla se recorre por estrechos senderos rodeados de vegetación y sin iluminación alguna. ¡Ah! al ser tan pequeña, no hay  ni coches ni motos ni buses, como mucho se ve alguna bici. ¡Una maravilla!

Por lo tanto, os recomendaría escoger alojamiento en alguna cabaña que no quede muy lejos de la zona más poblada. Por la noche, caminar por determinadas zonas, da un poco de respeto. 

Nuestra elección fue el Elsa's Place. Con toda probabilidad no es el mejor alojamiento de la isla pero es económico (30$ por persona y noche), tranquilo y el incesante viento que azota la costa este, hace más llevadero el calor y barre a los mosquitos.
Elsa´s Place-Little Corn Island
Elsas´s Place
Elsa, la propietaria, y su familia son los encargados de regentar las cabañas y el pequeño y concurrido bar-restaurante. Aunque son muy simpáticos, resultan un desastre gestionando su negocio, casi no hablan español y tienen muy mal genio.

Recomendamos NO pagar por adelantado la estancia y recordarle, cada vez que se consuma algo, que lo apunte en su cuaderno.

Nosotros, en el momento de abonar la cuenta, tuvimos que tirar de memoria ya que se les había olvidado apuntar la mitad de las cosas... ¡hasta le tuvimos que hacer la suma de lo que le debíamos!
A otra pareja joven de extranjeros, les montó un pollo de aúpa porque no recordaba que le habían pagado la estancia al llegar. Todo esto gritando desde el embarcadero cuando estábamos a punto de zarpar en la panga de vuelta, a las 6am; todo un espectáculo...
Elsa´s Place-Little Corn Island
Elsa´s Place
Como podéis ver en la fotos anteriores, aunque el lugar en el que se ubica Elsa´s Place es espectacular, las cabañas son muy básicas y rudimentarias.
Little Corn Island
El encanto del que fuera destino habitual de los piratas ingleses que surcaban las aguas del mar Caribe está, fundamentalmente, en sus playas de arena blanca y aguas transparentes. La inmensa tranquilidad que se respira y sus cercanos arrecifes de coral la convierten en un lugar único.
Little Corn Island
Little Corn Island
Little Corn Island también es conocida por ser la isla "de los pies negros". Y es que gran parte de los oriundos y algunos turistas, se pasean por ella sin calzado alguno.
Pescadores en Little Corn Island
Pescadores en Little Corn Island
En esta parte del país, la población, en su gran mayoría, es mulata o negra y, al igual que en Bluefields, hablan el creole.

Sin embargo, aquí no se percibe inseguridad. La gente se pasea con una sonrisa en la cara y es envidiable la paz y la calma con la que viven. ¡Como para no!
Niños en Little Corn Island
Little Corn Island
Aparte del turismo, hoy día la principal fuente de riqueza de la isla, también se dedican a la pesca.
Pescadores en Little Corn Island
Pescadores en Little Corn Island
Hay que destacar que, aunque se haya convertido en uno de los destinos más visitados de Nicaragua, sorprendentemene todavía (y esperemos que por mucho tiempo) se conserva muy  virgen y natural. 

De hecho, tal y como podéis observar en la foto siguiente, los complejos hoteleros no se han apoderado de su costa y los alojamientos existentes están integrados en el paisaje.
Vistas desde el Hotel Iguana
Vistas desde Casa Iguana
En cuanto a comidas y desayunos, tema importante, nos encantaron los comedores situados en el camino que cruza la isla de costa a costa por la parte sur, desde el pueblo hacia Elsas´s Place. Buenos, bonitos y muy baratos.

Ente otros, estuvimos en el "Rosa's"  y "El bosque". En cualquiera de los dos te ponen zumo natural, gallo pinto y huevos con tostadas o tortitas (230 córdobas).
Comedor "Rosas´s", Little Corn Island
Comedor "Rosa's"
El que más destaca es, sin duda, el restaurante de Casa Iguana. Es más caro (6$), pero las vistas merecen la pena. Además, es uno de los pocos sitios con acceso a Wifi.
Restaurante del Hotel Iguana
Restaurante del Hotel Iguana
Nosotros para comer picábamos cualquier cosa ya que los desayunos son muy completos; lo mejor es acercarse a los bares donde se juntan los turistas.

El bar de moda es "El tranquilo", en la calle principal. Aquí, además de platos rápidos hay una carta con un montón de cócteles, zumos, cervezas y batidos diferentes. De 5 a 7 p.m. hay 2x1 y muy buen ambiente ;-)

Está en el lugar perfecto para disfrutar de los impresionantes atardeceres de la isla.
Atardecer en Little Corn Island
Atardecer en Little Corn Island
Atardecer en Little Corn Island
Para cenar, nos movíamos por los locales cercanos al Elsa's. Incluso aquí daban platos muy ricos, pero siempre había mucha gente, lo que se traducía en interminables esperas.

Por ejemplo en "Grace´s" comimos pescado fresco por 10$.

Pero el que nos conquistó fue el comedor "Full Moon". Nos recomendaron que probáramos el Run Down (540 córdobas para dos)plato típico del caribe hecho con langosta, caracola, leche de coco, yuca y plátano. ¡Una delicia y muy barato!

Por último, si tenéis antojo de buena carne y no os importa gastar un poco más (800 córdobas), acercaos al "Beach & Bungallow". Eso sí, siempre con linterna.
Platos de Litlle Corn Island
Platos de Litlle Corn Island
En cuanto a las playas, la mejor opción es ir al norte de la isla. No hace viento y están muy limpias.
Como podéis ver en las fotos, muchas veces, la playa está para ti solo, ¡una gozada!
Playa del norte de Little Corn Island
Playa del norte de Little Corn Island
Si os gusta hacer snorkel, podéis alquilar aletas y gafas (5$/día) en la escuela de submarinismo al lado del bar "El tranquilo". Si bien, la isla es famosa por los cursos de submarinismo Open Water, con lo que se puede obtener el título, se nos iba de presupuesto. Pero hablamos con gente que vivió la experiencia y estaban maravillados. Costaban unos 300$ en función de la modalidad.
Playa del norte de Little Corn Island
Playa del norte de Little Corn Island
Nosotros escogimos la opción barata y, para rematar la estancia, hicimos una salida en barca para hacer snorkel en el arrecife de coral que protege la isla. 

Fuimos con el peculiar hijo de Elsa que nos vendió la moto desde el primer día: 3 horas por 20$.

Tuvimos la oportunidad de ver miles de peces de colores, langostas, rayas y hasta tiburones nodriza y martillo. ¡Una pasada!
Playa del norte de Little Corn Island
Playa del norte de Little Corn Island
Sin duda, fueron tres maravillosos que supieron a poco. 

Big Corn Island

El día que dejamos atrás este pequeño paraíso de postal, cogimos la panga de las 6:30am (hay otra a la 1.30pm) para aprovechar el único día que teníamos para visitar Big Corn Island.

La isla grande no tiene nada que ver con Little Corn Island. Es mucho más extensa, circulan vehículos y, al menos, las playas que nos dio tiempo a ver a nosotros, no tenían nada de especial. Hizo mal día con tormentas desde la mañana, eso tampoco ayudó mucho...
Puerto de Big Corn Island
Puerto de Big Corn Island
Así las cosas, lo único que pudimos hacer fue pasear un rato por la costa, acercarnos al pequeño puerto y atravesar la pista del aeropuerto para coger los billetes del vuelo que al día siguiente nos llevaría hasta Managua. 
Big Corn Island
Big Corn Island
No te pierdas la última etapa de nuestra ruta por Nicaragua: visita a la histórica ciudad sandinista de León y sus volcanes!





Leer más...